14/06/2014 | Noticia de Argentina
La Fundación Favaloro es pionera en el mundo en tratamientos contra las enfermedades del esófago.
“Vinagreras”, tos crónica, falta de aire, dolor para tragar o en el pecho, cuello o mandíbula sufren o experimentaron en algún momento casi todos. Se trata del “reflujo esofágico”, una enfermedad que muchos calman con medicamentos que provocan efectos indeseables. El hospital universitario creado por el doctor René Favaloro anunció una eficaz e indolora solución.
“Deben haber sido las tortillas del desayuno”, interpreta, malhumorado, el hombre que siente fuego subiéndole desde el estomago hasta el pecho. Y la vecina renuncia a los mates luego que el dolor amargo le impidió simplemente caminar y atender a su familia.
Acidez, agrura, vinagrera, son los nombres populares de este malestar amargante. En Argentina, este sufrimiento es crónico para un tercio de la población. Y en la mayoría de los casos se trata de reflujo esofágico. Nuestros abuelos le llamaban “repetir la comida”
No estaban errados. Cuando comemos o bebemos, lo que tragamos pasa de la boca a la garganta (faringe), baja por el esófago y se deposita en el estómago. En este lugar, los alimentos son procesados con los jugos gástricos, los cuales poseen, entre otros compuestos, ácido clorhídrico. El ácido no daña al estómago pues este produce una mucosa protectora. Esta protección no existe en el esófago, la faringe o la boca. Entonces, cuando una válvula entre el estómago y el esófago no funciona correctamente, los alimentos mezclados con los ácidos vuelven arriba. Y nos queman. Son los síntomas del reflujo gastroesofágico: agruras (pirosis), tos crónica, falta de aire, dificultades para tragar o dolor en el pecho, cuello o mandíbula.
La buena noticia es que el equipo de gastroenterología y cirugía esófago-gástrica de la Fundación Favaloro incorporó técnicas pioneras de cirugía mínimamente invasiva para curar este mal.
El doctor Alejandro Nieponice, director del Programa de Cirugía Mínimamente Invasiva del Esófago, contó: “la enfermedad por reflujo gastroesofágico, también conocida como acidez, es de gran prevalencia en Occidente debido a los desórdenes dietarios y hábitos sedentarios de nuestra población. Se estima que entre un 20 y un 30% de la población de Occidente sufre de reflujo en algún momento de su vida. Si bien los fármacos pueden solucionar el problema en la gran mayoría de los casos, hay muchos pacientes que recurren a una cirugía antirreflujo como alternativa definitiva para su tratamiento”.
El profesional explicó que en las últimas tres décadas se utilizó la cirugía de Nissen laparoscópica, la cual consiste en envolver el esófago con el techo del estómago. Esto fue un gran avance y permitió mejorar la calidad de vida a muchos pacientes. Pero la búsqueda constante de mejores alternativas, llevaron a la creación de un electroestimulador o marcapasos que estimula el esfínter esofágico inferior (la valvulita) para que recupere su función natural, sin la necesidad de utilizar el estómago como envoltorio.
“El concepto es brindar una solución más fisiológica al tratamiento del reflujo e intentar de devolverle al cuerpo su función normal. Si bien requiere del implante de un dispositivo símil marcapasos, su versatilidad permite ajustar la programación a los hábitos de cada paciente, transformándolo en un método específico adaptado a las necesidades de cada individuo”, describió Nieponice. El implante se realiza por vía laparoscópica y sólo requiere de un día de internación, permitiéndole a los pacientes regresar a sus tareas habituales rápidamente.
Sin dolor
La Acalasia es una enfermedad que afecta al esófago impidiendo comer normalmente, debido a la incapacidad del esófago de llevar alimento al estómago ya que el esfínter esofágico inferior -responsable de esa tarea- se encuentra dañado y no se abre.
La mejor solución en la actualidad es un procedimiento que consiste en la sección del músculo que forma ese esfínter, conocido como miotomia esofágica. Hoy se realiza por vía laparoscópica y permite a los pacientes mejorar rápidamente su calidad de vida. Los avances tecnológicos han permitido realizar esta miotomia por vía endoscopica, que comenzó a realizarse en el mundo en 2009 y es conocida como POEM.
El doctor Adolfo Badaloni, Jefe de Cirugía esófago-gástrica de la Fundación Favaloro, detalló: “el procedimiento replica los pasos realizados anteriormente con cirugía pero evitando las incisiones en el abdomen ya que se realiza íntegramente por la boca a través del endoscopio. Esto permite, además de no tener cicatrices o el dolor asociado a las mismas, evitar la separación de otros órganos y el corte de los ligamentos que los unen, preservando así los mecanismos antirreflujo naturales del organismo. Además permite realizar una miotomia más extensa que es beneficioso para aquellos pacientes cuyo principal síntoma son los espasmos del esófago. Su recuperación es más rápida que con la laparoscopia y permite a los pacientes retomar en breve su vida habitual”.
Por su parte, el doctor Fabio Nachman, Jefe del Servicio de Gastroenterología de Fundación Favaloro afirmó: “debido al alto entrenamiento requerido para realizar este procedimiento, y su corta historia, todavía son pocos los centros en el mundo que pueden ofrecerlo y la demanda de los pacientes suele ser mayor que la oferta. En la Fundación Favaloro existen profesionales y recursos técnicos que permitieron estar dentro de esos pocos centros y, luego de 2 años de entrenamiento con los mejores especialistas, comenzar este importante programa”.
Fuente de la Información: Alejandra Marino. Fundación Favaloro
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