ALMAS CODICIOSAS Y VIOLENTAS

ALMAS CODICIOSAS Y VIOLENTAS

Trece mujeres asesinadas; un jefe policial atacado mortalmente por dos sujetos pasados de copas; deudas que se cobran con homicidios; asesinatos que huelen a mafias; algún robo mortal.  Paradójicamente, en Salta hay un 24 % menos de crímenes que el año pasado. La provisión de gas pimienta.

 

Por Dario Illanes

Un viernes rojo por sangre derramada. Una chica de 17 años asesinada cuando iba al colegio, en Coronel Moldes. Un hombre apuñalado dentro de un auto en Orán. Otro baleado en Las Lajitas. Tres asesinatos entre la madrugada y mañana del 22 de octubre.

Los homicidios conmueven tanto a la sociedad como al Estado y al mercado. A la sociedad por cuanto ciudadanos apuntan críticamente a las autoridades, exigiendo más seguridad. Al Estado por cuanto se siente cuestionado. Y al mercado, temiendo que la inseguridad afecte sus negocios.

De acuerdo a un informe del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), en promedio 350 personas mueren diariamente en América Latina, víctimas de un asesinato. “Aunque sólo el 9% de la población mundial habita en América Latina y el Caribe, la región registra un tercio de los homicidios del mundo. El costo del crimen y la violencia en nuestra región es muy elevado: la delincuencia se lleva un gran número de vidas, afecta el bienestar y la seguridad de las personas, y obstaculiza el desarrollo económico”, dice la publicación (https://blogs.iadb.org/seguridad-ciudadana/es/para-combatir-el-delito-hay-que-incrementar-la-confianza/)

Económicamente, la inseguridad eleva el gasto público. El costo fiscal derivados del crimen y la violencia quita recursos a educación, la salud y la obra pública. Socava el estado de derecho, la confianza en las instituciones y en la Policía.

Empero, sean las críticas o los simplistas diagnósticos no aportan soluciones. En el caso de los femicidios, se ha convertido en frase hecha hablar de que se trata de una “cuestión cultural”, culpa “del machismo”.  Esto es cierto, pero vago.

 

Fatal cotidianidad

Lo cierto es que, con respecto a hombres que matan a sus parejas, no se le encuentra el agujero al mate para prevenir estas muertes. Como a la cotidianidad de los abusos sexuales, intrafamiliares. Obviamente, resulta imposible poner vigilancia policial constante a cada denunciante.

A esto hay que sumar que muchos jóvenes y adultos de todas las clases sociales advierten a las actividades criminales como rentables. Más que hallar excepcionalmente un buen trabajo o comerciar honesta y legalmente.

Para llenar el trágico cartón, tenemos la presencia del crimen organizado y el tráfico de drogas. En estos casos, con los agravantes que los crímenes quedan mayoritariamente impunes. Las leyes son duras, pero el sistema penal con sus castigos no asusta a los criminales.

Y lo que debería ser solución se torna en semillero de mayor crimen y violencia: el hacinamiento en las cárceles. No solamente es mayoritariamente ilusoria la rehabilitación de los delincuentes presos. Tras las rejas, se forjan pandillas fortalecidas y mejores criminales.

Pareciera que nada se avanzó desde las palabras dichas hace más de dos mil años: “Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos: la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad” (Marcos 7: 21,22)

 

Disminución

De acuerdo a estadísticas de la Policía de Salta, los homicidios dolosos han disminuido un 24 %. Entre enero y octubre de 2020, hubo 74 muertes dolosas (5.13 % cada 100 mil habitantes) En el mismo lapso de 2021, se registraron 50 muertes violentas ocasionadas por otros (3.47 % cada 100 mil habitantes)

 

Femicidios

  1. El primer caso fue el femicidio de Graciela Flores (44), el 1 de enero en barrio Universitario. Su pareja, Mario Balverdi (47 años), intentó matarse.
  2. Nancy Villa, de 14 años y embarazada, fue asesinada en Misión La Loma 2, cerca de Embarcación. Su novio Carlos Arsenio Juárez (20) fue detenido y acusado.
  3. Macarena Domínguez, de 28 años, habría sido asesinada en su departamento en la calle Alvarado por Aarón Alejandro Zárate(18). Este sería un cliente de los servicios sexuales de la joven.
  4. Fabiola Echenique (31) fue hallada muerta el 17 de marzo, en Cafayate, por su ex pareja, gendarme.
  5. El 12 de mayo encontraron sin vida a Nancy Rodríguez (36), en una finca del municipio de La Merced. Había denunciado por violencia de género a su ex pareja.
  6. Jessica Solís (29) fue asesinada el 20 de mayo dentro de su pollería en el barrio San Calixto. Ezequiel Domínguez la habría apuñalado.
  7. El 8 de julio, Lorena Vilque (35) fue acuchillada, presuntamente, por su ex pareja Julio Cesar Canisalla en una plazoleta de las márgenes del río Vaqueros.
  8. La madrugada del 31 de julio, Ezequiel Mendoza asesinó a su ex pareja Rocío González (26), en el barrio Solís Pizarro. El hombre se quitó la vida.
  9. El 10 de agosto mataron a Mercedes Urzagasti (39), de varias puñaladas por parte de su ex esposo, un hombre de 67 que posteriormente se quitó la vida, en una vivienda de barrio El Tribuno.
  10. El 5 de septiembre, asesinaron a Marcelina Peloc en su casa de barrio Gustavo Leguizamón.
  11. El 1 de octubre Susana Zerpa (65) fue asesinada en la localidad de Tartagal. El principal acusado es su ex pareja, Luis Enrique Rebilla. El hombre ya había matado a otra mujer en 2011 y estaba con prisión condicional.
  12. La cabo policial Gladys Paz habría sido baleada por su pareja el 7 de octubre, en Rosario de la Frontera. Jorge Nicolás García, también policía, tras nueve días prófugo, se entregó en La Jefatura.
  13. La estudiante Abigail Agustina Cruz, de 17 años, murió degollada por su ex pareja de 18 años. Está detenido Iván Gallardo. Fue en Coronel Moldes, cuando la chica iba hacia el colegio.

 

Defensa inmediata

La provisión a las mujeres en riesgo de un aerosol de gas pimienta podría ser la diferencia entre la vida y la muerte. Su uso civil está permitido en la Argentina, según la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC). El gas pimienta es defensivo y no letal. Neutraliza al agresor inmediatamente.  Cuando existan denuncias de violencia de género, el Estado podría proveer a las víctimas del aerosol.

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