ARGENTINA SE AGIGANTA

ARGENTINA SE AGIGANTA

El corazón es una pelota, el arco rival ocupa la mente, los pies son pinceles para crear. Y ante algún fracaso, levantarse. Sólo queda ganar.

 

Por Dario Illanes

 

(Foto portada: Gol de Mac Allister)

 

La Selección Argentina, el pueblo, avanza en la esperanza. Golpeados y brillantes, en la vida, en el fútbol.

Y en la cancha y en los días, los triunfos se logran conjugando “la genialidad de Einstein, la sutileza de Freud, la capacidad milagrera de la Virgen de Lourdes y el aguante de Gandhi”. Así escribió el escritor Eduardo Galeano, en “El fútbol a sol y sombra”.

Pero cuando el mayor mérito de los once rivales consiste en colgarse del arco, se ahogan las inspiraciones.

A los 35 minutos del primer tiempo, el arquero polaco con cuatro consonantes iniciales de apellido manoteó a Messi en el área chica. El Diez pateó muy bien el penal, pero Wojciech Szczesny respondió con una espectacular tapada.

Y en la vida y en la cancha, podés resignarte al fracaso. O en la mala, unirse, levantarse.

 

Temple

La muestra del temple argentino fue al minuto del segundo tiempo. Toda Polonia en su campo, complicando un pase a los delanteros nacionales. Desde atrás de la media cancha, Cuti Romero  advierte a Nahuel Molina tirarse al medio y a Di María desplazarse hacia la banda derecha. El 26 recibe el pase y avanza velozmente, entregando la pelota a Ángel,  quien entendió la maniobra y se la devolvió a Molina pegado a la línea. Y lanza el centro para atrás, en donde está Alexis Mac Allister.

El “Colorado” no dudó. Sin parar el balón, teniendo delante a tres polacos, le dio de una. El derechazo del bostero hizo que la pelota tomase una bonita parábola, haciéndola imposible para la estirada de Szczesny. La redonda entró pegada al palo derecho. Y el gol estalló en nuestras gargantas.

 

Los “chicos”

Según estadísticas y comentaristas, el déficit argentino es la altura de sus jugadores. Tal vez olvidando que dos genios – como Diego y Lionel – confirmaron y actualizan el sabio dicho acerca de los “frascos chicos”.

Scaloni demostró sapiencia en confiar en los chicos, tanto por sus estaturas como en edades.

ENZO FERNÁNDEZ LE DIO EL PASE GOL A JULIÁN ÁLVAREZ

A los 67 minutos, Paredes, en tres cuarto de campo polaco, entregó un limpio pase a Enzo Fernández. Y el pibe demostró que es un desparramo de frescura, talento y audacia. El 24 se mandó rápido entre los grandotes europeos. Julián Álvarez, entendiendo, avanzó por el área grande. Enzo, eludiendo rivales, se la puso milimétrica. Y el chango, tras desairar a dos polacos, la cruzó inalcanzable para el arquero de Polonia.  Golazo.

A partir de ahora, para ser campeón, quedan cuatro partidos. Primero con Australia.

Pero superando tristezas cotidianas, Argentina es un sueño que se agiganta.

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