Resistió en el monte pero murió en el hospital

Resistió en el monte pero murió en el hospital

Oscar Castro, de 76 años, subió caminando al cerro de la Virgen, el 14 de diciembre. Se extravió. La Policía y voluntarios lo buscaron hasta hallarlo – milagrosamente vivo- siete días después. Falleció en el hospital, el 24 a la siesta.

 

Por Dario Illanes

 

El Santuario de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús – conocido como “Virgen del Cerro” –  se encuentra en el extremo noreste del barrio de Tres Cerritos, de Salta Capital. Hay un acceso asfaltado, sólo autorizado para vehículos. Para el ascenso peatonal, existe un sendero “oficial” y más de otros diez, abiertos a fuerza de costumbres.

Caminando, se demora entre 30 y 60 minutos, de acuerdo a la condición física.

CERRO DE LA VIRGEN

Uno de estos habría sido el que tomó Oscar Castro, residente en Buenos Aires. El hombre de 76 años en realidad es salteño. Estaba de visita en casa de familiares en la Ciudad de Salta y desde esta salió rumbo a la Virgen del Cerro. Esto ocurrió la tarde del martes 13 de diciembre.

Desde su teléfono contó a su hija que estaba desorientado y le dolían los pies y piernas. Y desde entonces no se supo nada de él.

El 15 de diciembre, la Policía de Salta implementó un operativo de rastrillaje en los senderos del cerro y el barrio Tres Cerritos, como también en la zona norte de la ciudad. De la búsqueda participaron efectivos de la Comisaría Tercera, Caballería, Rural Ambiental, Drogas Peligrosas, Departamento Investigaciones, Departamento Infantería, Grupo de Intervención Conjunta, GOPAR, Grupo de Rescate en Altura (GORA) y División Canes. A ellos se sumaron rescatistas civiles del Cuerpo de Rescate Especial Voluntario (CREV), SOS Islas Malvinas, familiares y particulares.

 

Rastros

 

El Comisario Mayor Luis Daniel Ríos, jefe de la Dirección de Unidades Especiales de la Policía de Salta, contó a Norte Social que comenzaron a trabajar en el cerro alrededor de ochenta personas, el 15 de diciembre. Aquella mañana, antes de que lloviese copiosamente, la perra Mara encontró rastros de Oscar Castro.

“A la tarde, una pareja de turistas aseguró haber visto al hombre, agotado, en el Santuario… incluso mostraron a los rescatistas un video en donde se advertía a Castro “, destacó Ríos. De tal modo se confirmó la presencia del extraviado.

El primer día de búsqueda fue lluvioso. Le sucedieron días de extremo calor y humedad, dificultando las tareas.

El martes 21 de diciembre, tras siete días de intensos rastrillajes, decaían las esperanzas de hallar con vida al hombre de 76 años.

SIETE DIAS DE BUSQUEDA

A las 17.15 de aquel día, la rescatista civil Gómez, del grupo SOS, halló a Oscar Castro. “Estaba recostado entre la base de un árbol y un gran piedra, boca arriba”, contó el jefe Ríos. Y describió: “fue hallado a un kilómetro del punto que había marcado su celular, al noroeste de la cumbre, desde donde se había comunicado con su familia por última vez (martes 14 de diciembre al anochecer)”

 

El rescate y el final

 

La rescatista Gómez halló a Castro consciente, pero muy debilitado. De inmediato se activó su auxilio, trasladando al hombre en camilla, a pulso, a través de la empinada vegetación, hasta la ambulancia.

Desde allí se lo trasladó hacia el Hospital San Bernardo, en donde fue internado en Terapia Intensiva. El personal médico informó que Oscar Castro estaba “muy deshidratado y con hipotermia”.

Tanto rescatistas como familiares consideraron “un milagro” haberlo hallado con vida. El miércoles 22 de diciembre, el médico Sergio Beretta, dio cuenta que “el paciente se encuentra bien y compensado”.

Empero, el cuadro clínico de Castro empeoró. Hasta que a las 15.15 del viernes 24 de diciembre, falleció en su cama. La severa deshidratación detuvo su corazón.

OSCAR CASTRO

 

ESPESURA

 

Aparentemente, Oscar Castro deambuló extraviado en el cerro. Fue hallado a un kilómetro del Santuario, en dirección Noroeste. “Un kilómetro parece poco, pero en el monte, en un cerro, la tupida vegetación dificulta todo. Es muy complicado moverse, hay que hacerlo a punta de machete; no se ve a un metro”, describió el comisario mayor Ríos.

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