ROBO EN GENDARMERIA: DOS PRESOS, PERO LA PLATA NO APARECE

ROBO EN GENDARMERIA: DOS PRESOS, PERO LA PLATA NO APARECE

Mariano González Craham, segundo jefe del Escuadrón 20 de Orán;  y el sargento Carlos Humberto Ibáñez fueron imputados y detenidos por hurto agravado. Esto fue el 26 de febrero pasado, dentro de la oficina del comandante.

 

El comandante tenía bajo su resguardo más de 7 millones de pesos, además de 11 teléfonos, 28 módulos de celulares, 72 sobres con repuestos, dos discos rígidos y otros 40 mil pesos pertenecientes al Tesoro del Casino de Oficiales. El suboficial había sido investigado antes por un robo de armas en esa misma dependencia.

Las medidas judiciales correspondieron al fiscal José Luis Bruno, de Orán, la auxiliar fiscal de la Unidad Fiscal Salta, Roxana Gual, y el juez federal Gustavo Montoya. Bruno y Gual acusaron a Craham de ser partícipe necesario en el delito, y a Ibañez de la autoría del hurto.

 

Cómplices

 

Según la fiscalía, el sargento viajó a Buenos Aires al otro día de que se denunciara el hurto. También se presentó un audio enviado por el acusado a otro gendarme del mismo escuadrón, pidiéndole una foto de la caja fuerte saqueada.

Los funcionarios dijeron que Ibáñez sería el autor material del robo millonario, mientras que González Craham se encargó de allanarle el camino. Una vez cometido el hecho, demoró en hacer la denuncia y de esta manera le dio al sargento la cobertura para ocultar el botín que todavía no fue recuperado.

 

BAJO LA LUPA

Nuevamente, el Escuadrón 20 Orán está bajo la lupa y es investigado por la justicia Federal. Incluso hubo integrantes de la fuerza que denunciaron a sus jefes por corruptos. La unidad debe ser una en el país en donde más cambios de jefes hubo, durante los últimos diez años.

En 2015, robaron doce armas de guerra. En aquel momento, el ex juez federal (hoy preso) Raúl Reynoso ordenó la detención de siete oficiales. Luego, todo se diluyó.

Asimismo, en 2018, desde el mismo Escuadrón 20 desaparecieron 50 kilos de cocaína. Más de 30 millones de pesos.

 

EL BOTIN

Con la acusación actual, y un abogado hábil, el comandante y el sargento podrían quedar en libertad. Esto por cuanto el delito de hurto agravado tiene una pena máxima inferior a tres años de cárcel. Incluso llegando a juicio presos y siendo condenados, les cabría la posibilidad de la prisión condicional.

Dicho de otro modo: si ellos robaron, dentro de poco estarían libres. Y podrían repartirse el suculento botín de 7 millones de pesos.

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