Peruano por adopción y norteamericano de nacimiento, Roberto Francisco Prevost es, desde el 8 de mayo, León XIV, líder mundial de los cristianos católicos. En 2004 anduvo por Salta.
Así como servía comida a los pobres en la parroquia, el padre Roberto, montando su caballo, llegaba a las comunidades originarias, en la frontera con Ecuador y Colombia. Hablándoles en quechua y español a los humildes y olvidados pobladores.
Fue su experiencia durante casi cuarenta años en Chiclayo (norte de Perú). En los hechos, cerca de quienes sufrían.
“Annuntio vobis Gaudium Magnum: Habemus Papam. Eminentissimum ac reverendissimum dominum, dominum Robertum Franciscum, Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinalem Prevost; qui sibi nomen imposuit Leonem XIV”, (en latín), fue presentado ante el mundo. O: “Os anuncio una gran alegría: ¡tenemos papa! El eminentísimo y reverendísimo señor don Robert Francis, cardenal Prevost de la Santa Iglesia Romana, quien se ha puesto el nombre de León XIV”
Nombrado papa, en su primera aparición pública ante la multitud en la Plaza San Pedro, León XIV agradeció el legado de su predecesor, Francisco, y saludó en español a los peruanos y latinoamericanos.
León XIV dará continuidad a la agenda de justicia social y dignidad humana. Cuestiones centrales en el papado de Francisco.
Coraje, amor y compromiso
Como sacerdote en Perú, Prevost evangelizó entre los pobres y se enfrentó a la guerrilla de Sendero Luminoso y al expresidente Alberto Fujimori. Desde la fe cristiana.
Elegir el nombre León es una señal de coraje y compromiso social. Para abordar desigualdades, defender los derechos humanos y fomentar el diálogo social en un mundo cada vez más dividido. Su pasado tiene que ver con la lucha por las necesidades básicas, el derecho a la tierra, los derechos humanos y la vida digna.
En la tradición cristiana, León simboliza fuerza, coraje y liderazgo espiritual. En la Biblia representa el poder y la majestad de Dios, al “León de Judá”, asociado con Jesús.
León evoca a los papas anteriores León I el Magno y León XIII.
El primero (440 hasta 461) enfrentó a Atila el huno, en 452, haciéndolo retroceder de la invasión a Roma. Es “Doctor de la Iglesia”.
En tanto, León XIII (papa entre 1878 y 1903) es quien publicó la encíclica Rerum Novarum. Esta inició la Doctrina Social de la Iglesia Católica, abordando la cuestión obrera y la justicia social.
Dicho de otro modo, en 1891 la Iglesia se plantó ante la opresión y explotación de los trabajadores “por parte de un puñado de gente muy rica”. Mucho antes de que Perón y Evita, León XIII reclamó salarios justos, trabajos dignos, la organización de sindicatos y criticó la democracia liberal.
En su primer mensaje como papa, León XIV enalteció la bendición de Francisco: “¡Dios cuida de ustedes, Dios los ama a todos, ¡y el mal no prevalecerá!”
SIN MIEDO
León XIV subrayó la necesidad de no tener miedo. Invocó la ayuda de Dios para “tender puentes”. Señalando la demanda de que “todos podamos ser un solo pueblo siempre en paz”
PRIORIDAD
Según el papa, la primera prioridad es “comunicar la belleza de la fe, la belleza y la alegría de conocer a Jesús”
SENTIDO DE LA VIDA
En su primera misa, León XIV se refirió a quienes consideran la fe cristiana como “una cosa absurda”. Y señaló: “la falta de fe lleva a menudo consigo dramas como la pérdida del sentido de la vida, el olvido de la misericordia, la violación de la dignidad de la persona”
EN SALTA
“El papa León XIV conoce la realidad del Norte Argentino, en 2004 estuvo en Salta”, contó fray Pablo Hernando Moreno, miembro de la orden de San Agustín, a la cual pertenece Robert Prevost. (https://fm899.com.ar/index.php/el-papa-leon-xiv-estuvo-en-cafayate-y-visito-otras-localidades-de-esa-prelatura/)
“El Papa conoce la realidad del Norte Argentino porque vino en 2004 a la Argentina, estuvo visitando la diócesis de Cafayate, Amaicha del Valle, Colalao del Valle hasta Santa María”. El religioso describió que el sucesor de Francisco anduvo durante ocho días por los Valles Calchaquíes.
