Y CON MASSA DANDO…

Y CON MASSA DANDO…

Confían que sea quien le encuentre el agujero al mate. Dicen que la economía depende de la política, y ambas, de la confianza. Nunca más actual el dicho “pasar agosto”

 

“Yo asumía como intendente de Tigre y vienen Néstor (Kirchner) con Cristina (Fernández)”, contó Sergio Massa, refiriéndose al viernes 7 de diciembre de 2007. Era el último día hábil en el poder del expresidente, quien le entregaría, el lunes 10, la banda presidencial a su esposa.

“Con toda la emoción de asumir, hago un discurso larguísimo, diciendo todo lo que iba a hacer. Hablé como 40 minutos. Cuando termino, Néstor se me acerca y me dice: ‘Si cumplís la mitad de lo que dijiste, yo me mudo a Tigre'”, recordó el flamante ministro de Economía de la Argentina.

SERGIO MASSA Y NÉSTOR KIRCHNER

Kirchner ya no está, pero si Cristina y Alberto Fernández, vicepresidenta y presidente en un gobierno nacional sin credibilidad. Casi como en tierra arrasada, donde parece ausente el poder, Sergio Massa avanza con un cargo semejante al de un primer ministro. Y desde la incertidumbre, sin anunciar nada, su llegada como super ministro de Economía de la Nación y virtual capitán de tormenta de la maltrecha Argentina, logró suba de acciones y bonos, baja de dólares y riesgo país. Una pausa, un poco de crédito.

Varias situaciones parecen haberse dado para esta (¿última?) bocanada de aire: el vacío de poder, el descrédito del presidente, los problemas judiciales de la vicepresidenta, la inacción legislativa, la inflación desbocada, la especulación financiera, agropecuaria, comercial; el bajísimo nivel de reservas. Pero, fundamentalmente, la desconfianza.

El expresidente de la Cámara de Diputados de la Nación ocupa ahora un cargo que unifica los ministerios de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca. Incluyendo las relaciones con los organismos internacionales, bilaterales y multilaterales de crédito.

 

¿Desatanudos?*

Sergio Massa tendrá una amplia capacidad de decisión en la economía nacional, con proyección política indudable. Él es político, abogado, no economista. Pero aprendió de Néstor Kirchner: sin manejo de “caja”, no hay poder. Y el control económico depende de dirigir las riendas políticas.

A Massa lo definen como pragmático y heterodoxo. Con amplia experiencia en gestión; conocimiento del funcionamiento de la economía argentina; trayectoria política; contactos con los reales dueños del poder, los “pesos pesados” del mercado;  llegada a Washington y aliados; amistad con la mayoría de los gobernadores (Gustavo Sáenz es su amigo íntimo);  e incluso aceitada relación con medios como Clarín.

LA VICEPRESIDENTE, EL FLAMANTE MINISTRO Y EL PRESIDENTE

Todo esto influyó para que, por ejemplo, un dólar paralelo que había llegado a $ 360, cayera el viernes pasado a $ 296.

Sin embargo, sea desde el kirchnerismo como del diario La Nación, recordaron críticamente que Sergio Massa fue ucedeísta con Alvaro Alsogaray; menemista con Menem; duhaldista con Duhalde; kirchnerista con Kirchner; cristinista con Cristina Fernández y albertista con Alberto Fernández.

Desde hoy, Massa dispone de siete meses (hasta marzo de 2023, cuando comience el tiempo electoral) para dirigir el rumbo argentino. Inflación, dólar, campo, salarios, pobreza, reservas, FMI, piqueteros, son los nudos.

Por lo pronto, el dirigente social Juan Grabois ya le exigió al ministro de Economía que implemente el salario básico universal. “Igual que a Batakis y Guzmán, le exigimos a Massa medidas urgentes para frenar la pobreza y la indigencia: Salario Básico Universal para informales y aumento general de sueldos y jubilaciones”, sostuvo.

Todo indicaría que Massa apuntaría más bien hacia un ajuste (“orden fiscal”, dice él) básico universal. Un combo entre devaluación, control fiscal, aumentos salariales y ayudas sociales.

Para el pueblo, que los alimentos no aumenten todas las semanas o días, que la plata alcance hasta fin de mes y poder comer, ya serían bendiciones.

 

CASI TODOS, ECONOMISTAS

Néstor Kirchner sostenía que la dirección económica es política. Sin ser economista, la controlaba.  Desde 1983 hasta la fecha, sobre 27 ministros de Economía o Hacienda, sólo dos no fueron economistas:

  • Juan Carlos Pugliese (abogado). Gobierno de Raúl Alfonsín. 52 días en el cargo.
  • Miguel Angel Roig (ingeniero). Gobierno de Carlos Menen. Siete días al frente.

Sergio Massa, abogado, es el tercero.

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