A Gabriel García Márquez y diario El Tribuno de Salta los relaciona el periodismo. Al primero por enaltecer a los periodistas de alma. Al otro, por el desprecio.
Tanto como quienes lo hacían diariamente, como sus ávidos lectores, el diario fundado el 21 de agosto de 1949 conoció sus mejores años durante las décadas del 80, 90, hasta 2011, con las direcciones de Roberto Romero y su hijo “Tito”.
Brillantes producciones, informes, investigaciones, excelentes plumas de periodistas/escritores; diagramadores; dibujantes, fotógrafos, talleristas, artistas laburantes.
Informar, educar, entretener, fueron logros cotidianos. Una tapa, un artículo, una fotografía, caricatura, conmovía gobiernos, movilizaba ciudadanos, marcaba rumbos.
Hoy, pese a que sobreviven algunos escasos hacedores, El Tribuno es una triste sombra del brillante ayer.
Tal vez porque, en aquellos años, con aquellas direcciones, había cariños mutuos. Mucho laburo, mucha exigencia, mucho reconocimiento. Respeto a quienes hacían el diario. Se hacía, tanto profesional, humana, salarialmente, eso de que el periodismo sea “el mejor oficio del mundo”. Género literario. Tal como dijera el periodista y escritor premio Nobel, Gabriel García Márquez (52a. Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP. Los Ángeles, U.S.A, 7 de octubre de 1996)
Patético
Pese a las brillantes excepciones, hoy el diario aburre. Con nulas motivaciones, con penoso ambiente laboral, huye el talento, la creatividad.
La segunda semana de abril de 2024, la empresa Horizontes S.A – cuyo principal accionista es el exgobernador y actual senador nacional Juan Carlos Romero – presentó a la Secretaría de Trabajo de Salta el “Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC)”. Este recurso (según artículos 98 a 105 de Ley 24.013), permite a las empresas suspender o despedir personal “ante una disminución del trabajo por fuerza mayor o por causas no imputables al empleador”
La empresa pretendería despedir 27 trabajadores, a quienes se les abonaría solo el 50% de las indemnizaciones, y en 12 cuotas. También propuso retiros voluntarios. Este significa el pago de un monto a razón de un mes de sueldo por año trabajado, más un 15 %.
Suponiendo alguien que cobre un promedio de $ 300 mil, si firma el retiro voluntario recibiría $ 6.900.000. En doce cuotas de $ 575.000. En un año, el extrabajador se quedó sin trabajo ni plata.