PELIGRARÍA LA VIDA DEL ASESINO DE LOS HERMANITOS LEGUINA

PELIGRARÍA LA VIDA DEL ASESINO DE LOS HERMANITOS LEGUINA

Marcelo Torrico, condenado en 1999 a reclusión perpetua por secuestrar, drogar, abusar y masacrar a Octavio y Melani (de 6 y 9 años), estaría internado en el hospital San Bernardo. Por un ACV.

 

De acuerdo a fuentes reservadas, Torrico habría sufrido un accidente cerebrovascular el viernes 30 de junio. Fue trasladado de urgencia al hospital San Bernardo. El ACV pudo ser a  causa de una sobredosis de la droga “Sildenafil”. También conocida como “Viagra”. Usada para lograr rápidas erecciones masculinas.

Si bien no se trata de un estupefaciente, dentro del penal de Villa Las Rosas no está permitida la tenencia y uso sin prescripción médica. Se supone que la toma de Sildenafil es para mantener relaciones sexuales. Y en la Unidad Penitenciaría N° 1 (como en los penales de la Argentina) estas se permiten bajo el nombre de “visitas íntimas”.

La autorización la otorga el juzgado de Ejecución, previa acreditación de la relación afectiva (certificado de concubinato o libreta de matrimonio).  En el caso de que la situación amorosa sea posterior a la reclusión, la visita íntima es autorizada probando que la vinculación tiene seis meses como mínimo.

Entonces, considerando ciertos los trascendidos, surgen algunos interrogantes periodísticos. Oficialmente, ¿Torrico estaba medicado con Sildenafil? ¿Recibía visitas íntimas? ¿El ACV sucedió mientras se encontraba con su pareja?

Ante la ausencia de información oficial, más grave sería sospechar de irregularidades. Tanto con los contactos sexuales de Torrico, como por las drogas que tomaría.

 

Espanto y horror

Octavio y Melani fueron secuestrados poco antes de las 8 de la mañana del lunes 4 de mayo de 1998,  en inmediaciones de Olavarría y Coronel Vidt (Ciudad de Salta)

OCTAVIO Y MELANI

Habían salido de la humilde casa del por entonces asentamiento en Alto La Viña, para desayunar en “La casita de Belén”, en el barrio San José, y luego asistir a la escuela. Nunca llegaron. La mamá María Rosa denunció. A la siesta encontraron, tirada en la calle, la mochila de la nena, a más de quince kilómetros.

Comenzó la búsqueda policial de los pequeños. La siesta del domingo 10 de mayo de 1998, un poblador de La Silleta encontró los dos cadáveres. Sus cabecitas destrozadas a pedradas.

Desde el secuestro, sufrieron horrores. Les obligaron a tragar cocaína y tierra; abusaron de ambos, en el caso de la nena violada vaginal y analmente. Luego, asesinados.

Los investigadores descubrieron que los autores eran Marcelo Torrico y Esteban Brandán. El 10 de diciembre de 1999 fueron condenados. El tribunal presidido por Alberto Fleming, Susana Sálico de Martínez y Antonio Morosini, (fiscal Graciela Herrera de Gudiño) dictó la reclusión perpetua y reclusión por tiempo indeterminado a los dos imputados. Culpables de secuestro, drogadicción de los dos hermanitos, la violación de la nena y el doble homicidio agravado por alevosía.

 

LIBERTAD

Marcelo Torrico, de acuerdo a la jueza Ada Zunino, éste año está en condiciones de obtener su libertad condicional. El recluso aseguró que está “recuperado”.

 

ADMIRADORAS

En los fundamentos de la condena, Torrico fue definido como “pedófilo”. Paradójicamente, el sujeto recibía innumerables cartas de admiradoras. Algunas de ellas mantenían “visitas íntimas”, en su exclusiva celda.

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