Gendarmería Nacional, Policía Federal, Aduana Argentina parecen pinturitas en el norte salteño, fronterizo con Bolivia. Esto es, en lo que a ingresos ilegales se trata. Tuvo que ser una patrulla de la Policía de Salta quien descubrió una nueva: el paso de heroína.
Del otro lado del río Pilcomayo, el gramo de este opioide ronda los 20 dólares. En Madrid, por la dosis (más impura), se pide desde 60 dólares. En Nueva York cuesta 300 dólares, pero no es la heroína latinoamericana, sino la asiática.
Estos datos de Norte Social surgen del cruce de información entre datos oficiales de las agencias de seguridad de la ONU; algo de Ministerio de Seguridad de la Nación; e informantes propios. Nada de las fuerzas federales antedichas. Bien puede sospecharse que carecen de datos sistemáticos o de que si existen, son tan patéticos que divulgarlos da vergüenza.
Volviendo a la notoria diferencia de valores en el comercio del codiciado narcótico, ellos pueden explicar como cierra el letal negocio. Desde la florida producción, el tranquilo transporte por tierra extranjera, la corrupción y “yo no vi nada” de quienes tienen que evitar el delito y la inseguridad, la búsqueda de “mulas” entre la abundante mano de obra desocupada; hasta el kioskero micro narco y los consumidores.
El problema, como si a Orán, Salta y a la Argentina le faltasen penas, es que el tráfico de heroína también se encuentra en el norte salteño. Donde bailan los demonios.
Logro local, silencio nacional
Afortunadamente para la sociedad, los operativos propios de la Policía de Salta se libran del cepo informativo practicado por funcionarios judiciales o ejecutivos. Entonces, se conoció que una patrulla policial de Drogas Peligrosas, con base en Orán, sorprendió a dos sospechosos “mochileros”.
No se trataban de bagayeros en pleno contrabando. Los hombres, al divisar a la Policía, se desprendieron de tres mochilas, metiéndose en el monte.
El logro fue por parte de efectivos de la División Contra la Narcocriminalidad Orán. Secuestraron más de 41 kilos de sustancia estupefaciente, valuada en más de mil quinientos millones de pesos. Sucedió durante un control vehicular implementado el jueves 1 de junio, en la ruta nacional 50, entre Oran y Aguas Blancas.
Pasadas las 23, divisaron a dos hombres caminando en la banquina, portando tres mochilas. Los policías decidieron controlarlos, pero los sospechosos huyeron a la carrera, abandonando las cargas y ocultándose en el monte lindero.
Las mochilas no contenían las acostumbradas vituallas de viajeros, sino paquetes, “ladrillos” de inocultable droga. En los tiempos que corren, destacable es la honestidad y responsabilidad profesional de los policías. Lejos de ocultar el secuestro delictivo, llevaron la droga a la dependencia policial e informaron a la justicia.
Las fuerzas de seguridad federales, en tanto, ausentes en control como en palabras.
LATINOAMERICANA
Originalmente, la heroína era producida en el sudeste asiático. Producto narcótico opiáceo, su materia prima natural es la amapola. Empero, ya no estamos en los ´60. La heroína también se produce sintéticamente. Y en Latinoamérica.
INTERROGANTES
Azarosamente, la Policía salteña encontró a los dos mochileros y secuestró la carga de 41 kilos de heroína. Las “mulas” ya habían superado los supuestos controles federales. El procedimiento deja, entre tantos interrogantes: ¿se trató de una situación casual? ¿Los narcos están probando nuevas rutas? ¿Adónde se dirigía la heroína?
Muy bueno