Un femicidio con demasiadas aristas sospechosas / EL CRIMEN DE LA DOCENTE ROSA SULCA PUDO EVITARSE

Un femicidio con demasiadas aristas sospechosas / EL CRIMEN DE LA DOCENTE ROSA SULCA PUDO EVITARSE

En tres partes puede dividirse la investigación del brutal asesinato: el homicidio propiamente dicho, la participación de los policías que debían atender la súplica de la mujer y la zona donde ocurrió. Hay cuatro detenidos. Reclamo vecinal. La puerta.

“Rosita” fue asaltada dentro de su casa en la calle Amalia Aybar al 1400 de Villa Mitre. Era la madrugada del martes 28 de abril. Rosa Sulca habría visto dentro de su hogar, donde residía junto a dos gatos y un viejo perrito, a una adolescente “drogona” que ya la había asaltado en otra oportunidad, otro pibe y, presuntamente, otra chica.

Al ser amenazada con un cuchillo alcanzó a llamar al 911 pidiendo auxilio. Eran las 2.42.

“Me están matando”, alcanzó a decir, y se escucha en audio viralizado. También se escuchó la voz de una chica diciendo que su tía era enferma mental. A las 3 menos diez llegaron dos policías a la vivienda. Rodeada de altas rejas, golpearon las manos durante poco más de un minuto.

Pese al dramático pedido comunicado a la comisaría de Villa Mitre, denominado Sector 4 por el Centro de Operaciones, los efectivos no entraron. Eran Antonio Exequiel Sanhueso y Juan Carlos Vizgarra.

Ahora están acusados de los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona seguido de muerte, ambos en calidad de autores.

Podrían haber traspuesto la puerta reja y acercarse a la puerta de la casa, con timbre; insistir con el llamado, incluso tirar abajo la puerta tal como determinan las reglas en caso de peligro.

Sin embargo, los policías se fueron.

Seguramente, los intrusos advirtieron la llegada policial y enmudecieron a Rosa. Al escuchar que se retiraban como si nada se dieron cuenta que la víctima los conocía, había intervenido la Policía y cruelmente concluyeron que debían matarla.

Lo hicieron, de diecisiete cuchilladas.

Después se llevaron algo de plata y algunos bienes. Matar para ocultar el asalto. Homicidio “criminis causae”. Saña y alevosía.

Hogar asaltado

 

Dieciseis horas

Dieciseis horas después, una vecina vió la luz prendida en la casa de Rosa y la llamó. Sospechó y llamó al 911. Los policías llegaron. Esta vez traspusieron la cerrada puerta del jardín y derribaron la del hogar. Allí estaba Rosa. Tendida en un charco de sangre, muerta.

Dieciseis horas antes, la habrían auxiliado. Tal vez, nunca se sabrá, habrían evitado un asesinato espantoso.

Con los antecedentes de ataques (robos y asaltos) sufridos por la mujer semanas antes, los sabuesos policiales llegaron a una adolescente de 17 años y su amigo de 18. Fueron detenidos y puestos a disposición del fiscal 3 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Gustavo Torres Rubelt. El funcionario imputó a Pablo Ezequiel Verón de 18 años y a una adolescente de 17 años como coautores del delito de homicidio criminis causa con alevosía en perjuicio de Rosa del Milagro Sulca.

Pasará mucho tiempo hasta conocer si la joven pareja son realmente los asesinos. De acuerdo a las fuentes, Rosa había denunciado a dos chicas, adictas, una de ellas, sobrina.

 

Sola

Rosa Sulca tenía 48 años y vivía sola en su hogar de la calle Amalia Aybar al 1400. Era maestra de grado en le escuela Ejército Argentino de Villa Mitre y administrativa docente en la Escuela Julio Roca.

Según una vecina, en reiteradas oportunidades denunció en la comisaría Cuarta los robos y asaltos sufridos, señalando a dos chicas, una de ellas, presuntamente, familiar.

Otra vecina contó que a Sulca le habían robado el primer dia de la cuarentena. “Había hecho la denuncia y pidió auxilio pues no era la primera vez”. Supuestamente, la autoría del asalto era un chica, con cuchillo en mano, quien cometió el atraco a la siesta.

La denuncia quedó en nada.

 

Las puertas

Del lado izquierdo de la casa de Rosa Sulca hay un inmueble en venta. Sin embargo, todo indicaría que las/los asaltantes homicidas no traspusieron la tapia, sino que entraron sin inconvenientes al hogar de la víctima.

Así lo comprobarían que los policías enviados por el 911 y la comisaría de Villa Mitre, al llegar, hallaron la puerta reja de acceso cerrada. Y batieron sus palmas, pese al llamado de asesinato. La puerta del hogar estaba cerrada.

Del mismo modo la encontraron los policías que la tiraron abajo, dieciseis horas despues.

Esto indicaría que las/los asaltantes homicidas tenían llaves.

 

Orden del Procurador

El procurador general de la Provincia, Abel Cornejo, creó la tercera Unidad Fiscal de Colaboración “para la Investigación de la Causa Penal: Intervención Policial en AP 496/20”. La integran los fiscales penales, Pablo Rivero y Verónica Simesen de Bielke.

Estos ordenaron la detención de los policias Antonio Exequiel Sanhueso y Juan Carlos Vizgarra. Se supone que habría más detenciones.

 

El barrio

Indignados, sabiendo que Rosa había pedido ayuda, los vecinos protestaron frente a la comisaría Cuarta, de Villa Mitre, ubicada a dos cuadras de la vivienda de Sulca, en donde existe una guardia fiscal.

 

¿Zona liberada?

El jefe de la comisaría de Villa Mitre es el comisario Walter Burgos. Sin embargo, al consultar a Prensa de la Policía de Salta, el comisario Miguel Velarde sostuvo que “no damos los nombres de los jefes de dependencia”. Extraña respuesta pues se supone que el responsable de la Cuarta no es un agente encubierto. Y dicha información es pública.

Los vecinos que protestaron frente a la comisaría fueron más duros. Hablaron de “zona liberada”. Sebastián Campos, presidente del Centro Vecinal de Villa Mitre, remarcó la inseguridad que hay en la zona, ya que aseguran que los arrebatos son moneda corriente en el lugar y que sus denuncias no tienen respuestas.

“Ir a la Cuarta no sirve de nada”, enfatizó una vecina.

 

“Delito no constatado”

Según el MPF, el personal del móvil 1113 se constituyó en el lugar a las 2:51 de la mañana del 28 de abril y una vez allí, informaron “negativo moradores, no son alertados por persona alguna”. Luego de efectuar los llamados y no siendo atendidos, a las 2:52 el móvil fue liberado por cierre del suceso, informado como “delito no constatado”.

El mismo día, a las 18:30, ingresó otra llamada al 911. Era una vecina alertando que Rosa no contestaba llamadas ni mensajes. Los policias entraron y encontraron asesinada a Rosa Sulca.

En su casa

 

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