Y LE DECIAN PECHO FRIO…

Y LE DECIAN PECHO FRIO…

Poeta, creador. En baldosas hizo dos golazos. Y el tercero, a pura potencia. Además, el mejor futbolista del mundo superó al mítico Pelé como máximo goleador sudamericano de selecciones de toda la historia. 79 gritos en 153 partidos con la celeste y blanca.

 

Noche de alegría argentina. Con la Selección jugando en casa, dos meses después de ganar la Copa América en el Maracaná, y a Brasil. Noche en una cancha con pueblo. Pueblo emocionado, feliz, aplaudiendo, mimando al 10, a Scaloni, a Angelito y los chicos. Y Leo, lagrimeando, levantando la Copa, agradeciendo a Dios y a su pueblo.

Después de 13 años. Pues durante este lapso recibió tanto reconocimientos populares en la Argentina, como feroces y hasta crueles e insultantes críticas, principalmente por algunos periodistas deportivos vinculados a los grandes medios.

Ya brillaba en el Barcelona cuando en 2004 declinó jugar para la selección española. Decidió calzarse la celeste y blanca.

Con esta camiseta, en junio de 2005, fue campeón en el Mundial Sub-20. Messi recibió la Bota de Oro y el Balón de Oro. Y con la Selección fue medalla de oro en los Juegos Olímpicos 2008.

 

Tiempo de amarguras

Empero, desde entonces, mientras en el Barcelona Messi acumulaba campeonatos, records y premios, los triunfos se escapaban para la Selección Nacional y para Leo.

La paradoja se dio en junio de 2016. Argentina llegó a la final de la Copa América. Por segunda vez, contra Chile. Messi erró un penal y ganó “La Roja”

“Esto no da para más”, dijo entre lágrimas. Y conmocionó al anunciar que renunciaba a la Selección.

Luego de la dolorosa calentura, vi a un pibe llorando, dolido, frustrado. Vi a mi hijo, en aquel momento de 16 años, para quien la vida se resumía en la inocencia y belleza de una pelota rodando. Dando alegrías y penas.

Entonces me di cuenta que como hincha me equivocaba. Como papá, con la misma confianza depositada a mi hijo, le dije a Leo (por supuesto, él no se enteró) “seguí jugando, sos el mejor” (https://www.facebook.com/dario.illanes/posts/10208396077771044)

“Después de decir eso, lo pensé en frío. Sería dar un mensaje erróneo a toda la juventud y toda la gente que pelea por sus sueños. Hay que seguir intentando y seguir peleando por lo que uno quiere. Entiendo que la sociedad en Argentina es complicada…”, expresó Messi. Y continuó.

 

“Pecho frío”

Argentina quedó en el camino en el Mundial de 2018 y el certamen americano de 2019. La mayoría del periodismo argentino criticó feo a Leo. Le dijeron “pecho frío”, “hace lo que quiere”, “egoísta”, “lleva a sus amigos”, y de frustrar a otros jugadores pues “con él en la cancha, “nadie puede tener un perfil alto”.

Pese a su carácter sereno, sostuvo ese año: “Llegamos a una final del mundo, llegamos a dos finales de Copa América y siempre tuvimos quilombo con el periodismo”. Y agregó: “se hizo normal, como una costumbre, mentir, pegarme, decir cosas sobre mí, darme siempre que voy a la selección, darme cuando no estoy, continuamente. La verdad, me da un poco de bronca”

El mejor del mundo siguió.

Hasta el 10 de julio de 2021, cuando Argentina derrotó a Brasil en el Maracaná. Messi fue nombrado mejor jugador y máximo goleador del torneo.

Y la noche del 9 de septiembre, hasta ángeles gritaron las tres bellezas o goles.

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