EL AMOR NO DEPENDE DE LA BALANZA

EL AMOR NO DEPENDE DE LA BALANZA

Cada persona es única, singular, irrepetible. Las personas son diferentes unas de otras, en pensamientos, experiencias, conductas, cuerpos. “Obvio”, dirán. Sin embargo, los cuerpos son valorados desde un pensamiento unilateral, discriminatorio y autoritario.

 

(Imagen de portada: LA HUMORISTA SALTEÑA MAR TARRÉS REPUDIÓ LOS DICHOS DE ALBERTO CORMILLOT)

 

“Si sos una chica que pesa 120 o 130 kilos, muy posiblemente si tus amigos te ponen la mano encima, lo hacen como un buen compañero. Si vos bajás 30 o 40 kilos, ya dejan de ponerte la mano encima como un buen compañero y lo hacen con otra intención, ¿no? (sic)”, dijo la semana pasada el médico nutricionista Alberto Cormillot, en un programa de televisión.

El prestigio del mediático profesional no lo exime de las barbaridades expresadas. Primero, tocar a una persona sin su consentimiento es violencia. Segundo, escandaloso es naturalizar la falta de nobleza, consideración, respeto. Tercero,  clasificar a las personas por su aspecto físico es discriminatorio, una conducta nazi. Y por último, manifestar tales juicios negativos de valor demuestra ignorancia o intereses.

En realidad, las palabras del médico enuncian el concepto de “biopoder”.  El término fue acuñado por el filósofo francés Michel Foucault, para referirse a la práctica de los estados modernos de “explotar numerosas y diversas técnicas para subyugar los cuerpos y controlar la población” (La Historia de la Sexualidad, Volumen I: La Voluntad de Saber)

Según el pensador, el biopoder es el disciplinamiento normalizador de los cuerpos, bajo estereotipos hegemónicos. Los resultados se manifiestan en estigmatización, discriminación, patologización y violencias. Tanto en acciones, palabras y silencios.

Entonces, como si fuera verdad, quedan establecidos cuales son los “cuerpos que no entran en la norma”. Por ejemplo, las figuras gordas. Chistes equívocos, burlas, desvalorizaciones, exclusiones, vulneración de derechos. Es la “gordofobia”

 

LAS MUÑECAS BARBIES SE CONSTITUYERON COMO MANDATOS CULTURALES

Gordofobia

Detrás de los mandatos para ser flaca existen poderosos intereses económicos. Industrias alimentarias, comestibles light; laboratorios que producen medicamentos para adelgazar; cirugías plásticas; tratamientos estéticos; modas, modelajes, mercado textil.

Y aunque enarbolan falazmente ideas “saludables”, los estereotipos atentan contra la salud. Tanto física, mental y espiritual. La propaganda, publicidad y el imaginario social conduce a subestimación de la imagen corporal, antesala de trastornos de la conducta alimentaria (TCA).

La gordofobia es una opresión cultural omnipresente. Las gordas la sufren las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, en todas partes. La gordofobia es una forma de violencia social que sitúa a las personas gordas en un lugar de vulnerabilidad.

Se considera, acríticamente, que las gordas son insanas, incapaces, desagradables, descuidadas. El estigma causa sufrimientos y limitaciones, tanto laborales, familiares, afectivas.

 

Mentiras

Estar fuera de la norma es condenable. La sociedad, desde los medios a la vida privada, humilla, invisibiliza, maltrata, ridiculiza, excluye y violenta a personas por el sólo hecho de tener una determinada característica física: ser gordas.

La perspectiva pesocentrista es un enfoque reduccionista, la cual concibe al peso corporal como un indicador suficiente para segregar entre personas “sanas” y “enfermas”. Sin considerar otros aspectos que hacen a la salud integral. Es una mirada simplista y estigmatizante.

Y el error es relacionar delgadez con salud. El discurso dominante inculca que delgadez es sinónimo de salud. Sin embargo, el cuerpo depende de las economías personales, el tipo y calidad de alimentos a los que puede acceder; las preocupaciones y ansiedades que la falta de dinero generan; las características genéticas y biológicas; los recursos educativos, culturales y emocionales.

Hay gordas sanas. Y delgadas enfermas. Como chicas que han llegado al hospital o el cementerio por querer ser flacas.

 

ÚNICAS

El cuerpo es singular y único para cada persona. Las diferencias de formas y pesos no implican salud o enfermedad.

 

DISCRIMINACIÓN

La discriminación es una práctica social mediante la cual se jerarquizan personas o grupos de personas. Usando caracterizaciones arbitrarias, se establecen condiciones de superioridad o inferioridad.

 

GORDA GANADORA

Mar Tarrés es una orgullosa gorda y fue “La chica del verano”, en Villa Carlos Paz (2021). Le ganó a las “flacas” Ailén Bechara, Celeste Muriega, Cande Ruggeri, entre otras que cumplían los cánones dominantes.

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