“Hasta el Infinito y Más Allá” / EL CINE: TAN INNECESARIO COMO VITAL

“Hasta el Infinito y Más Allá” / EL CINE: TAN INNECESARIO COMO VITAL

Luego de un año sin poder ir a ver alguna película al cine –debido al Covid 19 – las salas cinematográficas se abrieron al público. Y en Salta hubo hasta 1500 asistentes por día. Magia, romance, diversión, terapia o inspiración logran que uno y una quiera sentarse en la butaca frente a la gran pantalla.

 

Por supuesto que no es necesario ir al cine para sobrevivir. Sin embargo, elegir una película, comprar el ticket, ingresar a la sala en penumbras, sentarse en la butaca –solo/a o en compañía- sentir cierta ansiedad inicial frente a la descomunal pantalla y luego ausentarse de sí mismo para vivir una historia visual, resulta una contundente experiencia emocional e intelectual, individual y colectiva. Que tanto puede sólo entretener superficialmente como conmover hasta las lágrimas.

Esta magia que el cine brinda, desde 1895, de modo inédito desapareció durante un año. La peste obligó.

Desde el sábado 13 marzo de 2021, las salas cinematográficas fueron autorizadas para recibir espectadores, cumpliendo los protocolos. Con la mitad de los asientos a ocupar. Empresarios, trabajadores, periodistas, más allá de esperanzas o presagios, desconocían cual sería la respuesta del público.

Como el buen amor que perdura pese a penurias, tiempos o distancias, el romance demostró estar intacto. El éxito fue rotundo.

 

Basura o belleza

De acuerdo a datos informados por el periodista y crítico cultural Víctor Languasco, “hubo alrededor de 1500 personas por día, el fin de semana, en los cines que abrieron en Salta”. Y de lunes a viernes, “entre 700 y mil asistentes diarios”. Las cifras son récord en el norte argentino. La información, divulgada el sábado 20 de marzo en el programa radial “Fuera de Foco” (FM Aries) y ampliada para Punto Uno, da cuenta que a salteños y salteñas les encanta ir al cine.

Un fenómeno sociocultural digno de estudio. Una experiencia individual, sensible e intelectual única, que la televisón, el video, computadora o celular es incapaz de igualar y mucho menos superar. Arte séptimo, entretenimiento, industria, ideología. Basura o belleza. Para todos los gustos, para el pueblo.

El poder del cine fue descripto por el cineasta argentino Manuel Antín:  “(los presidentes) Herbert Hoover y Franklin Delano Roosevelt definieron con notable lucidez y con argumentos similares: ´Primero irán nuestras películas, después irán nuestros productos´. Y crearon una de las industrias más poderosas e influyentes de los Estados Unidos y del mundo”

Forrest Gump

Tal vez, el amor al cine se sustente en que a la magia visual se suman mensajes entrañables.  Como cuando Forrest Gump, un hombre con retardo mental, interpretado por Tom Hanks, dice “Puede que no sea muy listo, pero sé lo que es el amor” (Forrest Gump). O Buzz Lightyear:, en “Toy Story”, declarando “¡Hasta el infinito y más allá!” Entonces, sonrientes, se nos pianta un lagrimón.

 

IDENTIFICACIÓN

La odisea de los giles

“Según el diccionario, ´gil´ es una persona lenta, a la que le falta viveza y picardía. Aunque ya sabemos que ´laburante´, ´tipo honesto´, ´gente que cumple las normas´, terminan siendo sinónimos de ´gil´. Pero un día, el abuso al que estamos acostumbrados los ´giles´, se convierte en una verdadera patada en los dientes. Y uno dice ¡Basta!” (Fermín Perlassi, interpretado por Ricardo Darín, en “La odisea de los giles”)

 

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