PACTO DE SILENCIO

PACTO DE SILENCIO

El joven que (aparentemente) se suicidó en el camping Sauzalito habría sido quien mató a balazos en la cabeza a Romina Zerda (37) y Jonatan Tolaba (32), el 10 de octubre.

 

Por Dario Illanes

 

Los cuerpos fueron encontrados sin vida el lunes 11 de octubre a la madrugada,  dentro de una camioneta Fiat Strada , en un camino paralelo a la Circunvalación Oeste. Si bien al principio se pensó que la joven pareja había muerto en un siniestro vial, la autopsia determinó el doble homicidio.

Los fiscales imputaron a Kalil Ezequiel Chejolan, Julián Bautista Bubrosky y Ricardo Galarza como coautores del delito de doble homicidio agravado. El cuarto sospechoso es quien, supuestamente, se mató en el camping. De acuerdo al artículo 59 del Código Penal, con la muerte se extingue la acusación.

Esta situación, sumada a que los tres detenidos nada declararon, lleva a aumentar el misterio en el inquietante asesinato con olor narco mafioso.

“Pitbull”, le decían al hombre detenido en el barrio Intersindical. Trabajaba como cobrador en el Mercado San Miguel. De acuerdo a las consultas de

ALLANAMIENTO

Punto Uno, el apodo obedecía no tanto a características de su rostro o fornido cuerpo, sino a como ejercía su labor. “No era violento, pero te cobraba a ¨cara de perro´”, contaron.

Si bien refieren a un hombre reservado, los informantes “para nada” sospechaban de que estuviese involucrado en actividades mafiosas o relacionadas con las drogas.

En tanto, otros trascendidos vinculados a la investigación, dan cuenta de datos e indicios mucho más tenebrosos.

 

 

Los jefes

¿SUICIDIO?

Uno de éstos es que el autor de los disparos fatales pudo ser el joven que apareció muerto, el lunes pasado, cerca de la ruta provincial 10, a ocho kilómetros al noroeste de General Güemes.  Una de las versiones es que los “jefes” que ordenaron el asesinato de Zerda/Tolaba instigaron el suicidio. La otra, la “protección” legal y económica (dentro de la cárcel y a familiares) a los tres detenidos. Dicho de otro modo. En el mejor de los casos, la investigación judicial hasta aquí llegó. El pacto de silencio llegaría hasta el juicio y condenas. Y nunca se sabría quienes decidieron la muerte de Romina y Jonatan.

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