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Para algunos, extorsión callejera. Para otros, la cara de la pobreza y marginalidad. Críticas por la inacción policial y proyecto de mano dura. Ausencia de contención social y regulación en la calle.

 

El viernes a la medianoche Martín estacionó – en zona libre -su automóvil alrededor del Paseo de los Poetas. Cerró los vidrios, activó la alarma y descendió junto a su esposa y una pareja amiga. Se acercó un joven y le dijo “yo le cuido el auto don”

El hombre miró a su alrededor, sin advertir la presencia de enfrentamientos armados, granizo, incendio, banda de zombis, o demonios al estilo Stranger Things. “¿Cuidar de qué o de quién?”, le preguntó. Su compañera asintió al “trapito” y tomó del brazo a Martín, llevándolo rumbo al local elegido.

Dos horas después de una divertida noche entre amigos, regresaron hasta el vehículo. De reojo, Martín avistó llegar corriendo al supuesto cuidador. Comprobó nuevamente la ausencia de peligros urbanos, climáticos o sobrenaturales. Rápidamente calculó que el estacionamiento medido por hora es de $ 600, por lo que sacó un billete de mil pesos y se lo extendió.

  • ¿Qué te pasa? ¡Pagame y no hagás que me enoje! – exclamó el chango, agresivamente.
  • ¿Y cuanto querés?
  • Tres lucas, rápido

Distante a más de media cuadra, dos policias de paseo. Pensó que un gancho al mentón bastaría para derribar al delgado extorsionador y culminar el insólito conflicto. Pero sería una escena deplorable frente a su esposa y amigos. Le entregó el dinero exigido.

 

Arrestos

Quienes concurren a lugares de esparcimiento, e incluso adyacencias de salas de velorios, ya saben que, al costo de comidas, bebidas, espectáculos, o congoja deben sumar el “cuidado” del auto.

Quienes discuten o rechazan la exigencia, sufren insultos, rayones, abolladuras y robos.

En junio de este año la Policía de Salta anunció el lanzamiento del operativo “Trapitos”. Con la promesa oficial de erradicar a quienes cobrasen por estacionar en la vía pública. Sin resultados elogiables.

Por su parte, el intendente de Salta capital, Emiliano Durand, propuso modificar el artículo 77 del Código Contravencional, con arrestos para los “trapitos”. El proyecto municipal, acompañado por el Senado, estipula elevar a 40 días de prisión para los considerados extorsionadores callejeros.

“Todas noches tenemos problemas, y si les decimos algo somos atacados o atacan a los clientes. Son una banda de delincuentes que nos afectan mucho. Por esto cayó la llegada de salteños y turistas; y los que vienen son atacados por esta mala gente. La Policía, por ahí, caminando, no les importa”, sostuvo un empresario gastronómico.

 

DUROS CON LOS POBRES

En la sesión del Senado de Salta, el 20 de noviembre, el senador Walter Wayar fustigó el proyecto punitivo del intendente Emiliano Durand. “¡Qué gran gestión! Sancionar con más dureza y arresto a los trapitos”

WALTER WAYAR

Wayar describió la pobreza, marginalidad y desocupación creciente. Asegurando que, en vez de contener, el poder político ejerce la violencia contra los débiles.” Si, ¡duros con los pobres!”, ironizó vehemente el legislador de Cachi.

 

CÁRCEL

El 3 de diciembre, el secretario de Seguridad Nicolás Avellaneda se reunió con senadores para informar acerca del proyecto de Durand.

El proyecto municipal contempla arresto efectivo cuando los “trapitos” estén en eventos masivos; la víctima sea una mujer o se identifique la presencia de jefes o promotores que organicen las extorsiones callejeras.

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