Vicente Cordeyro murió ahorcado, informaron los fiscales. Sin aclarar si el cuerpo pendía de un árbol o se encontró una soga. La sociedad no cree que se haya matado.
Trascendidos de la investigación dicen que el cadáver estaba desnudo, colgado, con una soga sin lazo sino envuelta en el cuello. Quemaduras en más de la mitad del cuerpo. Oficialmente no se informó si las lesiones por el fuego fueron antes o después.
O sea, Cordeyro llegó al cerro Elefante, se habría despojado de sus ropas, revoleó mochila y celular, rodeó su garganta con una soga y se colgó.
Desamorado, cruel, perverso sería la persona que, tras dejar a su nieta en el colegio y decirle que al mediodía volvería a buscarla, decida luego quitarse la vida. En el caso de Vicente Cordeyro, su personalidad, carácter, trayectoria, lejos estaban de una conducta que lastimase emocionalmente a una niña.
Familiero, deportista, con valores, amable y firme, precavido eran algunas de sus características personales, distantes a las de un suicida. Tal vez sus flancos eran la valentía en apreciaciones y las indagaciones criminales que continuaba realizando. El comisario Mayor retirado decía en voz alta lo que otros callaban.
Calmo, mesurado, señalaba que narcotráfico y lavado de dinero corrompen a jueces, policías, legisladores y gobernantes. Advirtiendo que detrás de algunos crímenes impunes o mal investigados y juzgados estaban relacionados con la droga, el dinero sucio y la corrupción.
También críticas a investigaciones que consideraba, en el mejor de los casos, precarias y malogradas. Y en otros, malintencionadas e ilegales. Conceptos provenientes desde sus conocimientos, experiencias y honestidad.

Valiente y honesto
El docente universitario aseguraba que existían en Salta entre “6 y 7 organizaciones narcos”. Entre ellas, el clan Castedo, el clan Loza y el clan Ferreyra. Cordeyro señaló que funcionarios judiciales, legislativos y políticos de Salta estuvieron y están vinculados directa o indirectamente con el narcotráfico
En este sentido, Cordeyro subrayaba: “El verdadero problema (del negocio con la droga) está en la corrupción estructural en el Estado” Consideró que en la masacre de Jimena Salas era escandalosamente ridícula la hipótesis del femicidio tras un robo frustrado. Interpretó que estaba relacionado con el lavado de dinero.
Sus opiniones molestaban, irritaban, enojaban en ámbitos oficiales. Y las organizaciones delictivas lo tenían en la mira.
Empero, Vicente era estimado por la sociedad como un hombre valiente y honesto.

Reclamo social
Seguramente estas certidumbres animaron la convocatoria ciudadana del miércoles 15 de octubre frente al Cabildo de Salta. Exigiendo a los fiscales una investigación transparente. E información. Las marchas continuarán.
Así también la decepción periodística, tras la escueta y precaria conferencia de prensa – el sábado 11 de octubre a la tarde- brindada por el equipo fiscal. Ni siquiera se informó dónde o cómo se encontró el cuerpo. Tampoco se informó del incendio forestal, el mismo jueves 9 de octubre.
El cadáver fue hallado dos días después de la desaparición de Cordeyro. La autopsia se practicó casi 90 horas después de la presunta muerte. Excesiva demora. Además, nula información acerca de la mochila que él portaba. Como tampoco del ascenso de Cordeyro al cerro Elefante y el incendio provocado. La misma mañana.
Justicia cuestionada
El 87 % de la población desconfía de la justicia. Así reveló el Índice de Confianza en la Justicia (ICJ), elaborado por la Escuela de Derecho de la Universidad Torcuato Di Tella.
De acuerdo al estudio universitario, una de las razones es la “Percepción de impunidad”. La gente sospecha que los crímenes organizados, lavados de dinero, personas con poder, quedan impunes.
También la falta de independencia de la justicia del poder político y/o económico. La ausencia de transparencia y comunicación, el ocultamiento de información. Las morosas y escasas investigaciones de casos de corrupción. El informe refiere que sólo se castiga a quienes “les soltaron la mano”
Tiempo electoral
La sospechosa muerte de Vicente Cordeyro – en tiempo electoral – perjudicaría al gobierno de Salta y a un candidato exgobernador. Gustavo Sáenz, rápido de reflejos, manifestó: “Cordeyro había denunciado la realidad del crimen organizado en Salta”

Y rememoró el doble homicidio de las estudiantes francesas (2011) y las polémicas muertes de las adolescentes de barrio San Carlos (2012).
“Ya hemos visto lamentablemente casos resonantes en nuestra provincia que han quedado con un manto de duda muy grande. Se han cerrado rápido con la hipótesis del suicidio. El caso Luján y Yanina, el caso Piccolo casos cerrados demasiado rápido, esto generó que haya gente que descrea”, destacó el gobernador salteño.




















