En la Argentina, los ciudadanos se expresan electoralmente mediante:
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Voto peronista
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Voto antiperonista
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Voto progresista
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Voto coyuntural/ Voto útil
De estos, hay dos que son históricamente y socialmente firmes: el voto peronista y el antiperonista. Ambos rondan el 20 por ciento. Sin embargo, el segundo, como en 2023, sumando incluso votos peronistas, alcanzó el 54 %.
En el voto progresista pueden aunarse desde las simpatías filo UCR, socialistas, a las de la izquierda. Junto a los sufragios coyunturales, pueden alcanzar el 30/35 por ciento. De tal modo, esta mayoría dio la victoria tanto a Cristina Kirchner como a Javier Milei.
Amor y espanto
En 2023, con La Libertad Avanza se dio el fenómeno de que peronistas, antiperonistas, progres, mayorías coyunturales o inclinadas al voto útil, y minorías de derecha votasen a Javier Milei.
Para las elecciones nacionales legislativas del 26 de octubre, el gobierno espera repetir ese apoyo. Fundamentalmente convoca a una ola votante visceralmente antiperonista y antiprogresista. Y a la clase media urbana, que le permitan arañar el 40 % de apoyo electoral. Pese a la malograda situación económica y política.
Aparentemente, ya no votos por amor. Sino sólo por espanto.
DE LA IZQUIERDA A MILEI
Hasta las últimas elecciones, en la ciudad de Salta, el voto Milei y antiperonista fue mayoritario. En 2013, cuando ganó el Partido Obrero en la capital salteña, significó el rechazo al entonces candidato peronista, para el senado provincial, Gustavo Sáenz. Sin embargo, la ciudadanía salteña votó tres veces al peronista Miguel Isa como intendente de la Capital.
POR UN VOTO
Llamadas elecciones de medio término, estos comicios nacionales determinarán las mayorías y minorías en el Congreso de la Argentina. Para el gobierno de La Libertad Avanza significan apoyo o rechazo a su política. Bajo la mirada de EE.UU.
Milei aspira a cambiar leyes laborales y en jubilaciones. Sea en Diputados o Senado, un voto define.
