Tradicional y económico plato italiano y argentino, la costumbre es disfrutarlo los 29 de cada mes. La pasta de harina y puré de papa es sabrosa. Y más con esta salsa.

Para la mayoría de las familias y personas, los últimos días mensuales son paupérrimos en dinero. Y para comer.
Tal vez haya papas y harina. Entonces nacieron los ñoquis. La leyenda es anterior. Dicen que, en el siglo III, un peregrino pidió alojamiento a una familia de pescadores, un 29 de julio. Careciendo de alimento, compartieron un plato de gnoccis, bolitas de harina de trigo y huevos.
Tras comer, el caminante partió y les auguró prosperidad. La mujer levantó los platos y debajo del recipiente del visitante halló monedas de oro. Además de la fortuna, comenzó ventura para la familia.
De acuerdo a la leyenda, el peregrino era San Pantaleón. La tradición italiana llegó a la Argentina y Uruguay. Comer ñoquis los 29, colocando algo de dinero debajo de cada plato.
Sencillos
Los ñoquis clásicos se preparan mezclando una parte de puré de papas (supongamos 1 kilo); 1/3 parte de harina de trigo (350 gramos); dos huevos; y sal. El resultado es una masa de textura suave y tierna. Generalmente se amasan y hacen cilindros de 1,5 centímetros de diámetro. Y cortan con una extensión de entre dos y tres centímetros.
Luego, a cada corte, se los pasa por una tablita para darles forma, o se los marca con tenedor. Hay que espolvorearlos con harina y que descansen (orear) 45 o 60 minutos.
Prescindiendo de esta hechura casera, hay ñoquis en paquetes listos para hervir. Económicos y algunos de excelente calidad.

Salsa gourmet
Sean hechos con tus manos o comprados, los gnoccis estallan en sabores combinándose con las salsas. Aceptan todas: con carne de vaca, pollo, cerdo, pescados, verduras.
Esta es una tan suave como multifacética y barata: salsa de crema y verdeo.
Sabores de los ingredientes:
- Cebolla verdeo: suave, fresca, ligeramente dulce, color.
- Cebolla blanca: intensidad, acidez.
- Locoto: toque picante. (opcional)
- Aceituna verde: fresca, herbal, aromática, ligeramente amarga.
- Salchichas: cárnica, especiada, toque salado.
- Crema de leche: suave, ligeramente dulce, color.

Preparación:
En una sartén colocar a fuego medio 50 gramos de manteca (también puede ser un chorro de aceite de girasol, maíz u oliva). Agregar el contenido del cuenco de una mano con la cebolla blanca cortada en cubitos; al cambiar tenuemente de color volcar una cuchara de vinagre blanco y cucharadita de azúcar. A los dos minutos sumar tres cucharadas de cebolla de verdeo, cortada chiquita. Agregar la tercera parte (tres tiras) de locoto fresco (rojo, naranja, amarillo) Cuidado con la manipulación de este. Usar tenedor. El ácido que desprende irrita mucosas. Con limón limpiarse las manos.
Dos o tres minutos después, sumar un paquete de salchichas cortadas en cuartos. Revolver. Agregar cuatro aceitunas verdes sin carozos, partidas. Luego, 250 gramos de crema de leche. Revolver suavemente hasta integrar.
Cuando hierva, hay que observar que a la salsa no esté ni acuosa ni espesa. Chorritos de leche o agua ayudan. Cinco minutos de hervor son suficientes. Apagar la llama. De acuerdo al gusto, sumar sal. Y pimienta negra. La nuez moscada es un plus.
Dejar reposar sin tapa.
En una olla con suficiente agua hirviendo (más o menos dos litros), volcar los ñoquis. Entre 8 y 13 minutos, la pasta flota. Sacá uno, dejalo enfriar y probá. Si está “al dente”, cortá el fuego y dejá.

Presentación
Tras escurrir la pasta, en un plato playo colocá dos cucharones de ñoquis y uno de salsa de crema y verdeo. Cada quien pondrá algún billete debajo de cada plato.
Serás aplaudido. Aunque la tradición no lo dice, vale quien cocinó reciba también gratificación…




















