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La contundente derrota electoral de La Libertad Avanza, en las elecciones bonaerenses, hicieron que los valores de las empresas argentinas cayeran hasta 25% en el mercado. La administración del presidente Javier Milei entró en crisis política y económica.

 

Santiago Caputo es el asesor más escuchado por Milei. El lunes 8, le propuso conformar un gabinete de “unidad nacional”, y de este modo “salvar” al gobierno, tras la paliza en las elecciones.

Según datos oficiales, el Ejecutivo vendió 559 millones de dólares entre el martes y viernes de la semana, previo a los comicios. Los depósitos son de 1.130 millones de dólares. Hasta el 26 de octubre, el Tesoro enfrenta vencimientos con organismos internacionales por 1.165 millones de dólares.

Santiago Caputo – quien expresaría ideas del macrismo, empresarios amigos y voceros del poder económico transnacional -le habría propuesto a Milei como salvavidas reestablecer relaciones políticas. Estas serían la reconstrucción del diálogo con los gobernadores aliados, el macrismo y radicales.

Y propuso como jefe de Gabinete al senador nacional por Salta, Juan Carlos Romero.

Ya fue

Empero, el gobierno anunció una “mesa política nacional”. Presidida por el presidente, junto a su hermana Karina Milei, Guillermo Francos, Patricia Bullrich, Santiago Caputo, Martín Menem y Manuel Adorni.

El asesor presidencial interpretó que falló la implementación política, pero que continúa el respaldo popular a Milei. A entender de Santiago Caputo, desplazando a los Menem y Karina, se puede ganar en octubre. Manteniendo el modelo económico.

Desde el PRO dicen que “se perdió un 50 por ciento por la economía, porque a la gente no le alcanza; y otro 50 por ciento por la política, por la agresividad, por la falta de cintura para ceder en temas delicados como los discapacitados”

En el peor de los casos, el poder económico local esperaba que el gobierno libertario perdiese por cinco puntos. Pero la derrota fue por el 14.

El establishment ya le perdió la confianza a Milei. Considerarían que es un proyecto fallido. Coincide mayoritariamente en percibir el agotamiento de sus recursos políticos y económicos.

Sencillo y familiero

El gobernador de Buenos Aires, el peronista Axel Kicillof, fue el gran triunfador del domingo 7 de septiembre. Es su cuarta victoria desde que gobierna la provincia más poblada de la Argentina.

Militante peronista antimenenista en el secundario, ejerció ad honorem sus primeros cargos públicos, en 2011. Economista, docente, político, nunca fue sospechado de corrupción. De vida sencilla, laburador y familiero.

La contundente victoria del domingo validó su estrategia, enfrentándose a Cristina Kirchner y La Cámpora. Arriesgando todo su capital político, desdobló las elecciones bonaerenses por primera vez en la historia de la provincia. Jugó fuerte y ganó fuerte.

Hacía 20 años que el peronismo no ganaba una elección de medio término. Volvió al triunfo con una elección desdoblada que nunca se había hecho. Hasta ganó en la coqueta City Bell, donde no ganaba el PJ desde 1946.

Desde su entorno aseguran que la clave estuvo en “no mentirle a la gente”, en “ir de frente” y en mostrar que “un modelo distinto es posible”.

CERCANO

Sonriente, cálido, afectuoso, Axel Kicillof es querido por niños y viejos. Buscan abrazarlo y él, sin protocolos, lo permite.

Honestidad y puro carisma.

 

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