Algunos periodistas que investigan crímenes, mediante sus averiguaciones en la calle y con datos de vecinos e informantes, a veces poseen más información que los fiscales. Carencias del proyecto de reforma del Código Procesal Penal de Salta.
El Código Procesal Penal de Salta (CPP), de acuerdo al sistema acusatorio, establece que sólo los fiscales titulares son quienes investigan y acusan. Asimismo, según el Artículo 239, la Policía puede recibir denuncias, pero tiene prohibido investigar, sino es por orden del fiscal.
La sana intención fue evitar que reciban declaraciones de sospechosos, muchas veces por medio de torturas, y los excesos policiales. Sin embargo, crímenes aberrantes y graves delitos fueron esclarecidos merced a investigadores de la Policía.
Un caso emblemático fue identificar a los autores del secuestro, drogadicción, violación y asesinatos de los hermanitos Melani y Octavio Leguina. Policías haciendo inteligencia criminal, disfrazados de linyeras, simulando ser delincuentes, viajando de incognito a otras provincias, averiguaron que los asesinos eran Alejandro Torrico y su cómplice Ariel Brandán.

Esto obedeció a la formación y presencia de efectivos “sabuesos” en comisarías y dependencias policiales. Inmersos, como civiles, en la calle, ámbitos delictivos, recibiendo datos de informantes.
Conociendo el terreno y a sus habitantes al borde del delito o fuera de la ley, estos policías contaban con información útil. Sea del robo de una bicicleta o un homicidio. La Ley 7.690 (diciembre 2011), que instituyó el nuevo Código Procesal Penal de la provincia de Salta, anuló esas investigaciones a cargo de policías.

Ineficiencia
Para el área metropolitana de Salta hay 22 fiscales. Estos atienden Penales; Graves Atentados; Juveniles, Violencia Familiar; Femicidios; Robos; Violencia Sexual y Ciberdelincuencia. Sumando los auxiliares, totalizan 67.
Salta, en 2024, tuvo 1283 robos cada cien mil habitantes. Casi siete mil delitos contra la propiedad, en un año. Alrededor de 21 por día. Para atender estos, sólo una fiscal y un auxiliar. Inabarcables para dos funcionarios.
De acuerdo al Artículo 239, si, por ejemplo, algún policía conoce quien robó una casa en el barrio Solís Pizarro, nada puede hacer hasta contarle a la fiscal. Con suerte, puede ser atendido en una semana. Hasta entonces, el ladrón ya se deshizo del bien robado y desaparecieron las pruebas.
Los funcionarios judiciales cuentan con el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF). Este tiene entre sus integrantes a investigadores civiles y policiales. Empero, de acuerdo a fuentes de la fuerza, abunda la incomunicación con los policías en el terreno.

Inteligencia criminal
La Cámara de Diputados salteña aprobó el miércoles 10 de septiembre el proyecto de ley de reforma del Código Procesal Penal de Salta. Pasó al Senado para su aprobación.
Los puntos más destacados tienen que ver con la ampliación de la oralidad y rapidez resolutiva.Se crea la figura del agente encubierto y la del arrepentido colaborador.
Sin embargo, poco se avanza respecto a la investigación. Y pareciera escasa la reorganización de fiscales para cubrir las miles de denuncias. Y las posibilidades de que los policías puedan -sin detener ni “hacer hablar” a sospechosos –investigar en sus jurisdicciones.
Asimismo, nada se habla respecto a la necesidad de la institucionalización mancomunada de inteligencia criminal. Desde el conocimiento de preparativos delictivos a identificación de autores cuando se cometen crímenes.
Entonces, salvo los casos flagrantes, abunda la impunidad.

LA BRIGADA
Según opiniones de veteranos investigadores de la Policía consultados por Norte Social, es abrumadora la ausencia de “sabuesos”, portadores de “olfato”
“La Brigada de Investigaciones fue desmantelada, y los resultados son malos”, coincidieron. Pidiendo expresamente no ser identificados.
Señalaron que faltan fiscales “con experiencia, preparados, con calle”. De igual modo opinaron respecto a los policías incorporados al CIF.
CONOCIMIENTO Y EXPERIENCIA
Un exjefe investigador policial responsable de esclarecer resonantes casos, “el nuevo Código Procesal Penal debería reorganizar la Brigada de Investigaciones”. Y subrayó: “en el actual proyecto de reforma nada se dice de observatorio criminal, mapas delictivos, inteligencia”

“SABUESO”
En principio así se le llama al perro que -mediante su olfato – sigue rastros ocultos para la mayoría. Por extensión, el concepto se usa en la literatura policial y la jerga criminal designando al policía, fiscal, periodista con habilidad para investigar. Cuando poco se sabe. Este don reúne conocimientos, experiencias, memorias, observación, empatía, contactos, intuición, pensamiento divergente. Pudiendo descubrir datos y pistas e interpretarlas.




















