Desde el viernes 27 de enero de 2017, han transcurrido tres distintas investigaciones distintas; dos juicios y cuatro acusados absueltos. Fracasos e impunidades.
“El único problema es que vamos a seguir sin saber quién mató a Jimena. Siempre volvemos al principio”, sostuvo Cristina García, madre de Jimena Salas. En su declaración como testigo a fin de septiembre de 2025.

Los jueces José Luis Riera, Mónica Faber y Maximiliano Troyano dictaron el viernes 7 de noviembre la absolución de los hermanos Adrián Guillermo y Carlos Damián Saavedra. En aplicación del beneficio de la duda (in dubio pro-reo), ordenando la inmediata libertad de ambos.
En tanto, el tribunal aseguró “la certeza” de que uno de los asesinos fue Javier Nicolás Saavedra, alias “Chino”. Sin embargo, debido al principio que impide la acción penal contra un fallecido, se dispuso su sobreseimiento por extinción de la acción penal, a causa de su muerte.
El fallo encomendó al Ministerio Público Fiscal continuar con la investigación para identificar y detener a “Hombre 2”, el segundo femicida. Según las muestras genéticas, participó del ataque.
Masacrada
Odio demencial, desmesura psicópata, brote psicótico, venganza narco son las principales razones para asesinar con saña y alevosía.
Jimena, el mediodía del 27 de enero de 2017, preparaba el almuerzo para sus nenas y esposo. Con dos cuchillos, recibió los siguientes puntazos y cortes: dos en la cara; ocho en cuello; uno en hombro; dos en nuca; cuatro en el pecho; dieciséis en la espalda; diez en el abdomen; once en las piernas. Descomunal ataque contra una mujer pequeña e indefensa.
Paradójicamente, los atacantes tuvieron la “delicadeza” de encerrar a las mellizas de tres años en el baño. Y si la intención era robar, resulta inexplicable que dejasen sobre la cama las joyas. Nada se llevaron. Según el viudo.

Tres investigaciones
Al comienzo, durante la procuración de Pablo López Viñals, los fiscales Pablo Paz y Rodrigo González Miralpeix sostuvieron la hipótesis de homicidio tras robo frustrado. El asalto se habría concretado mediante el ardid de pedirle a Jimena ayuda para un extraviado caniche toy.
Durante la gestión en el Ministerio Fiscal de Abel Cornejo, la investigación cambio a crimen por encargo. Fueron acusados Nicolás Federico Cajal Gauffin, viudo de la víctima, y Sergio Vargas, un vendedor ambulante. Ambos llegaron a juicio, pero fueron beneficiados por el principio “in dubio pro reo” (las dudas favorecen al acusado)
Al asumir el procurador Pedro García Castiella, se retomó la hipótesis del robo. Denuncias anónimas señalaron a los tres hermanos. Y una pericia genética apuntó a Javier, el “Chino”
Para los fiscales penales Mónica Poma, Leandro Flores y Gabriel González, los hermanos mataron a Salas para robarle. Aunque no robaron. Con la fiscalía coincidió el viudo y su abogado

Persecución
Horas después de la sentencia, Marcelo Arancibia, abogado defensor de los hermanos Saavedra, aseguro a Norte Social que “había una manifiesta predisposición para condenarlos”
“Considerando la persecución que hubo contra los hermanos Saavedra, estamos satisfechos con el fallo. Adrián y Carlos llegaban acusados para perpetua; luego a les redujeron la imputación a “participes secundarios”, pidiendo doce años. Y finalmente fueron absueltos por la duda”, destacó.

Consultado respecto a la manifestación del tribunal de la “certeza” de la participación homicida de Javier Saavedra, Arancibia señaló: “a Javier, es básico, le cabe la inocencia, pues (debido a su fallecimiento) no tuvo el más mínimo derecho y posibilidad de defensa en juicio. Decir lo contrario es inconstitucional”
Y concluyó: “vamos a continuar trabajando para demostrar que Javier no tuvo absolutamente nada que ver”




















