Hay situaciones y momentos en las cuales se acaban las palabras, antecedentes, billeteras, imponencias, jerarquías.
Es cuando estamos frente a frente, mano a mano. Donde sea. Demostrando, bien o mal, de que está hecho cada uno.
Como en el potrero, o la cancha.

Lanús es un equipo de fútbol, de la localidad del mismo nombre, suburbio de la provincia de Buenos Aires. Atlético Mineiro es su par de Belo Horizonte, Brasil. El primero notoriamente humilde en poderío económico y plantel futbolístico, frente al club brasileño.
Mauricio Pellegrino, entrenador de Lanús, recordó una frase de Carlos Bianchi para explicar la victoria que lo consagró campeón de la Copa Sudamericana. Pese a la diferencia de jerarquía.
Al “Virrey”, en la previa a la Copa Intercontinental 2003 que Boca le ganó al Milan, le preguntaron si tenía chances. “Si hablamos de millones y de calidad no; pero dentro de la cancha, son once contra once“, describió.

Pellegrino dijo tras el épico triunfo: “el momento más democrático es cuando pita el árbitro. Ahí, las posibilidades son las mismas”.
Mano a mano, Lanús logró una nueva Copa para el futbol argentino.




















