Los hermanos Roberto y Néstor Suárez, de 70 y 73 años, fueron masacrados la tarde del viernes 16 de febrero de 2024, en Coronel Moldes.
El juez Eduardo Raúl Sángari condenó a pena de prisión perpetua a los dos hombres acusados por el doble homicidio de los hermanos Roberto y Néstor Suárez, ocurrido el 16 de febrero de 2024 en la finca La Unión (Coronel Moldes, Salta).
A Michel Jesús Suárez (27) lo consideró coautor de homicidio agravado por el vínculo, criminis causa y por alevosía en perjuicio de su padre, en concurso real con homicidio criminis causa y por alevosía en perjuicio de su tío.
José María Enrique Chávez Herrera (24), en tanto, resultó condenado como coautor de homicidio agravado por alevosía y criminis causa

Durante sus alegatos, el fiscal penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Gabriel González, había mantenido la acusación inicial, solicitando pena de prisión perpetua para ambos coimputados.
Luego de mucho tiempo, el hijo llamó a su padre Roberto para anunciarle que iría a compartir un almuerzo. El finquero aceptó contento. “Pirulo” y “El Negro” recibieron gustosos al muchacho, pese a llegar acompañado de otro joven.
Tras comer juntos, se desató el horror.
Según el relato de Michel (el hijo y sobrino) junto a José llegaron en colectivo a la finca La Unión, tres kilómetros al norte del centro de Coronel Moldes. Los hermanos, además de sus avanzadas edades, padecían dificultades para caminar y visión limitada.
“Arrastrado”
El familiar de las víctimas culpó al amigo. Contó que estaba en el baño cuando el otro acusado, Chávez Herrera. terminó con la vida de su tío. Aseguró que cuando José atacó a su padre, él estaba afuera de la casa porque había salido a ver por qué ladraban los perros. Señaló que fue un “exceso” de su compinche, quien lo amenazó con matarlo si lo culpaba.
Relató que fue “arrastrado” a un delito que él no cometió. Dijo que después de ver los cuerpos de su padre y de su tío buscaron las llaves de la caja fuerte. La hallaron, se hicieron de algunos dólares, los cuales se repartieron. Sostuvo que optó por guardar silencio hasta ayer porque se sentía amenazado y porque había dado su palabra.
Michel Jesús Suárez reconoció que fue robar, junto a su amigo José María Enrique Chávez Herrera, a la finca de su padre. Estaba endeudado jugando póker.

Perpetua
El lunes 17 de noviembre, el fiscal penal Gabriel González brindó su alegato, asegurando que ambos jóvenes asesinaron con alevosía, para robarles, a los hermanos Suárez. Solicitó al tribunal prisión perpetua.
Luego fue el turno del abogado defensor de Chávez Herrera, quien solicitó que sea condenado a la pena de 10 años de prisión efectiva como autor del delito de homicidio en ocasión de robo y en forma subsidiaria, como partícipe secundario del delito por el que llegó acusado, a la pena de 10 años de prisión efectiva.
El miércoles 19 a la mañana relizó sus alegatos la defensa de Michel Suárez. Poco despues se dio la sentencia con la máxima pena.

BOTÍN
La codicia de dos jóvenes marginales, carentes de moral y compasión, condujo a las aberraciones homicidas. El hijo y sobrino Michel Jesús Suárez, y su compinche delincuente José María Enrique Chávez Herrera, mataron para llevarse dos mil dólares.
VIDA TRANQUILA
Uno de los testigos clave, sobrino nieto de las víctimas, relató que los hermanos Suárez llevaban una vida tranquila, sin conflictos conocidos, viviendo de sus jubilaciones y del arriendo de la finca. Ambos tenían problemas de salud, uno se movilizaba en silla de ruedas y el otro padecía ceguera.
MASACRADOS
El sobrino nieto contó que se enteró del doble homicidio cuando la Policía encontró abandonado el auto de su tío Néstor en El Carril, el domingo 18 de febrero de 2024. Al llegar a la finca, junto a los uniformados, encontraron las tranqueras abiertas y la vivienda a oscuras. Tras ingresar por una puerta lateral, hallaron el cuerpo de Roberto ensangrentado en el comedor y, más tarde, el de Néstor en el lavadero.




















