“Red Wine of the Year”: Colomé Altura Máxima Malbec 2022 obtuvo la Medalla de Excelencia y fue elegido como el mejor vino tinto argentino de 2025.
Encanto en la copa. Color violeta profundo, en nariz es intenso y complejo, aromas maduros y equilibrados de moras, ciruelas negras, tomillo y jarilla. En boca seduce su precisión fresca, con taninos firmes pero sedosos, recia textura y un final largo y mineral que refleja su origen de altura extrema.
Saborear el Colomé Altura Máxima Malbec 2022 acerca a una experiencia mística. Proviene del viñedo Altura Máxima, ubicado a 3.111 metros sobre el nivel del mar, en Payogasta, Salta.
En 25 hectáreas, es uno de los viñedos sustentables más altos del mundo. Con cepas 100 % Malbec, creciendo desde suelos calcáreos y graníticos, bajo el intenso sol de los Valles Calchaquíes, las oscuras uvas desarrollan gruesas pieles. Dando lugar a vinos de gran concentración, estructura y una acidez naturalmente fresca.
Tras la cuidadosa cosecha, los frutos reciben levaduras naturales y una maceración prolongada. Luego, el Malbec descansa durante 24 meses en barricas de roble francés.
Tantos esmeros llegan a la copa.

Entre más de 1700 vinos
El vino Colomé Altura Máxima Malbec 2022 obtuvo la Medalla de Excelencia y fue elegido como el mejor vino tinto argentino del año por el reconocido crítico británico Tim Atkin MW, recibiendo 99 puntos en la edición 2025 de su Special Report Argentina, publicado el pasado 14 de junio.
La distinción surge tras una rigurosa cata de más de 1.700 vinos realizada durante su visita al país. En su informe, Atkin resalta la evolución del vino argentino, su creciente diversidad estilística y el compromiso de los proyectos que priorizan la calidad, la identidad del origen y el trabajo sostenido a lo largo del tiempo.
La pasión, la persistencia y la implacable determinación de plantar uno de los viñedos más alto del mundo llevaron a Donald Hess a Salta, Argentina, donde plantó Malbec en una finca que llamó “Altura Máxima”.

Desde el año 2005, el enólogo Thibaut Delmotte, con lealtad al sabor francés, combinó tradición, innovación y un profundo respeto por el entorno.




















